lunes, 17 de diciembre de 2007

A MODO DE CONCLUSIÓN II

Las tres primeras se pueden enfocar desde una esfera típicamente normativa;
1. La incapacidad de algunas instituciones que se muestran obsoletas a la hora de crear fundamentos eficaces, bien normativamente o materialmente, que garantice la seguridad del usuario, o que, en su defecto, aporten medidas jurídicas rápidas que restablezca los daños sufridos.
2. La enorme complejidad y los innumerables obstáculos que las autoridades se encuentran para poder condenar a quienes a través de Internet hace sus acciones fraudulenta amparados por los vacíos legales de algunos países y por la insuficiencia o precariedad de los acuerdos internacionales.
3. La dificultad de poder condenar al delincuente informático en tanto que “usuario no registrado”. Las otras dos, se refieren a un ámbito más social o ético-social;
4. La necesidad de crear una conciencia de las enormes posibilidades que ofrece Internet como elemento comunicativo, democrático, socializador, creador de igualdad y conocimiento, en tanto que herramienta cognitiva moderna cuyo empleo debe entenderse dentro de unos parámetros de responsabilidad más o menos concretos.
5. La importancia de entender los problemas generados por lo TICs en su contexto social y no como un simple hecho derivado de la tecnología. Aunque nuestra experiencia, así como nuestro conocimiento al respecto e limitado, hemos propuesto algunas soluciones a los puntos expuestos.
a. La incapacidad de algunas instituciones para afrontar determinados problemas informáticos con rapidez y solvencia suele venir dada por la escasa formación de algunos responsables o por la escasez de profesionales especializados en el sector. Aunque en otros casos, el problema reside en el hecho de interpretar y agotar un determinado articulo del código penal para no tenerlo que transformar o cambiar, lo cual sería, evidentemente, más costoso. Este último caso plantea, además, el problema de crear a largo plazo un cuerpo jurídico complejo y tosco. Desde este blog, como hemos defendido en varios post, apostamos por órganos cada vez más especializados con cierta autonomía que puedan afrontar los nuevos problemas de forma eficaz y dinámica.
b. La necesidad de crear una legislación mínima internacional que garantice universalmente los derechos humanos, así como la conveniencia de mantener una buena comunicación entre los distintos países, es una solución enormemente defendida en innumerables webs y blogs, a la que aquí nos sumamos. Ahora bien, no se trata de concretar el ámbito de acción de todos los cibernautas y relegarlo a una determinada esfera, sino de hacer un cuerpo normativo mínimo que no menoscabe la dignidad del ser humano, independientemente de su origen de procedencia, identidad, raza…
c. El anonimato no es malo en sí mismo, sino cuando su traducción legislativa se convierte en impunidad. En este sentido, aunque como hemos visto en el blog, es realmente difícil, hemos de conseguir mecanismos que garanticen nuestra privacidad ante cualquier interés empresarial o estatal con la única excepción de que nuestros datos sirvan como base punible judicialmente para responsabilizar y condenar un acto ilegitimo.
d. Cada vez hay más espacios digitales desde los que aprovechar las posibilidades de Internet en pro de la igualdad, la solidaridad y la comunicación. En este punto, nos remitimos al articulo de Carlos Sánchez Almeida, Republica Internet y Creación Colectiva de David Casacuberta donde se define Internet como un espacio de comunicación, libre expresión y creación colectita donde el cibernauta participa de un soporte libre y abierto, lo cual incide sobre la esencia democrática y sobre los valores de solidaridad, igualdad y oportunidad tan presuntamente defendida en occidente.
e. Nosotras creemos que la tecnología no puede ser calificada de buena o milagrosa, pero tampoco de peligrosa y apocalíptica. Tanto una u otra afirmación son igual de ingenuas o erradas. La tecnología no es neutra y por sí sola, no representa nada. Lo problemas o ventajas que ofrezca las TICs debe entenderse desde un determinado contexto social. Por eso mismo, los avances tecnológicos y sus aplicaciones deben ir igualmente acompañadas de debates ético-políticos-sociales. Lo cual incidirá en una mejor concienciación de los que suponen las nuevas etnologías y sus usos para nuestras sociedades. Al hilo de lo dicho, creemos que la educación, como siempre, tiene un papel fundamental en el buen aprovechamiento de estos medios. En este punto, también queremos decir que los problemas que plantea Internet no se puede resolver con censura y medidas coactivas, como se han propuesto una y otra vez. Hay que marcar un camino donde podamos beneficiarnos de las potencialidades de Internet sin menoscabar la libertad, la creatividad y las posibilidades que ofrece la red de redes. La sentencia que sostiene que a veces deben pagar justo por pecadores, solo es una muestra de debilidad que debemos solventar con el rigor de la ley, sin que por ello, desaprovechemos las oportunidades sociales, políticas, artísticas y comunicativas que nos ofrece el ciberespacio.

A MODO DE CONCLUSIÓN I

Las nuevas tecnologías ofrecen un nuevo marco de actuación en el que se hace especialmente relevante la necesidad de herramientas eficaces y capaces de dar cabida a problemas que antes no había y que surgen precisamente gracias a las actuales posibilidades que nos ofrecen las TICs. No se trata simplemente de legislar las practicas en Internet, el la televisión o en cualquier otro medio de masas. De lo que se trata, es de advertir que los nuevos soportes abren todo un mundo de posibilidades aún por explorar y que este hecho tiene dos vertientes claras; por un lado, podemos afirmar que estamos ante la era digital, donde las oportunidades, la igualdad, la democracia, la multiculturalidad, la interculturalidad, el arte y muchos otros ámbitos, pueden beneficiarse de las potencialidades que nos brinda la tecnología en la esfera de la comunicación. Pero, por otro lado, también hay que señalar que esta tecnología conlleva una gran responsabilidad. En este último sentido, es necesario abordar la multiplicación, proliferación y diversidad de los nuevos fraudes y hechos delictivos que se producen gracias, entre otros soportes, a Internet.
Estamos en definitiva, ante una gran responsabilidad, pero también ante un gran reto. Y es que no sólo estamos hablando de TICs y de leyes, sino de dirigir y construir la columna vertebral de las nuevas sociedades que, cada vez más, se definen en torno a las nuevas tecnologías. Un ejemplo de esto, y que hemos recogido en nuestra blog, es cómo los nuevos problemas planteados en el ciberespacio crean nuevas situaciones que nos obliga a pronunciarnos, por ejemplo, sobre los derechos humanos. Asimismo, fenómenos como el e-bullying, el phishing u otros actos surgidos en la red, no sólo nos exigen una deliberación técnica, sino, además, una reflexión social. Y es que quizás, ambas cuestiones no puedan ir separadas. Desde Lagunas Jurídicas en la Red hemos querido subrayar este hecho para poder así tomar conciencia sobre las dimensiones reales del fenómeno tecnológico, social y político al que nos referimos.
A lo largo de este blog hemos rescatado varias noticias que, posteriormente, hemos analizado y comentado. Al respecto, creo que podemos hacer una breve síntesis sobre lo que ha sido los temas principales, los problemas que evidencian y sus posibles soluciones.
A grandes rasgos podemos decir que Internet se enfrenta, a nuestro juicio, a cinco grande cuestiones.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

LIBERTAD DE EXPRESIÓN

La pretensión de Romano Prodi de que los bloggers italianos se vean obligados a registrarse como empresas editoriales, a tener un "director responsable" que sea un periodista acreditado y a pagar impuestos, incluso aunque no generen beneficios, es un atentado sobre los derechos del cibernauta.  Además Prodi exigirá a los bloggers a responder, incluso con penas de cárcel, los responsables de sitios en los que aparezca contenido difamatorio. 

 

http://www.libertaddigital.com/noticias/noticia_1276316093.html


Se trata según entendemos, de una medida que pretende  poner frenos a las potencialidades culturales de Internet a favor de criterios económicos. En este sentido se atenta contra la propia esencia de Internet, la democratización de los recursos y posibilidades culturales. Asimismo, la libertad de expresión puede correr un grave peligro si esta propuesta se acepta, puesto que no se han ofrecido garantías de que contenidos son difamatorios. Comprendemos que Internet debe ser un ámbito libre de interacción y opinión que sea reglado por la ley para evitar comportamientos que perjudiquen a los demás. No obstante la medida de Prodi contiene objetivos  que lejos  de proponer medidas de control y buen uso de Internet, proponen una normatividad censuralista y prohibitiva que coarta las potencialidades que nos ofrece Internet.  Las obligaciones crecientes de los cibernautas deben ir acompañadas de unos derechos cada vez mayores que protejan la libre expresión, la libre comunicación y el carácter publico de la red de redes. Como hemos comentado en otras ocasiones Internet debe concebirse como una republicanismo digital.